viernes, diciembre 03, 2004

Y Aquí Estás



Te pienso...
Mi memoria nómada vaga buscándote por los rincones familiares de mi mente. Dueño y esclavo a un tiempo de mi voluntad: amo y señor que dominas mis recuerdos; siervo sumiso que vienes a mi con sólo evocarte. Tentativamente te busco con la mirada interna, la que sirve de cómplice en los momentos robados a la realidad. Tú me acompañas durante el danzar sin fin de mis sentidos errantes, diluyes mi resistencia, licúas mi determinación, tiempo y espacio de desdibujan hasta notar satisfecha que el alba ya está aquí. El calor sublime de un susurro me hace soñar despierta y una tibia promesa se abraza a mi. Cristalina paz de suaves destellos azula la noche perfumada. Fuego eterno, lluvia fresca, agua mansa, sueño plácido. Eres el dulce balanceo de mi alma regocijada, el mágico ciclo que inicio cuando te siento, cuando te quiero. Mi mejor secreto a voces, mi más confiado temor, blanca sensación, conocimiento e instinto, simplmente tú y yo... Barco, mar, faro y capitán, rito sagrado de mi alma devota. Aún durante tu ausencia tu presencia me posee y me lleva de la mano a creer que después de todo los cuentos de hadas no tienen final.

jueves, noviembre 11, 2004

Descubrimiento



Esa carita sonriente que me mira inquisitiva. ¿Qué dicen esos ojos pícaros que con sorna me vigilan? Parecen esperar una respuesta que no llega. Me pregunto si esa respuesta ha de revelarse a mí en algún momento. Todo el conocimiento del universo está escondido en esa mirada juguetona, expectante. “Vuelve a mirar”, me dice con candor infantil. Es la emoción de una niña que juega a las escondidas esperando deseosa ser encontrada. La emoción contenida, la excitación del juego, la ilusión de lo inesperado, la anticipación, el temor y la sorpresa. Es una carita infantil con ojos de sabiduría arcana. La inocencia, la candidez, la placidez, el descubrimiento de lo obvio, el coqueteo y la humorada; a veces tristeza, a veces palabras. Ahora es alegría, sueños y esperanzas. Luego remembranzas, temores y templanza. Ella es paz y alevosía, paciencia e imprudencia, rudeza y ambrosía. Ideas argentas que iluminan esas pupilas, no abandonen, no cejen, perseveren en su existencia. Luz desde dentro, tibieza infinita, suavidad eterna de áureo brillo. Esa carita me mira y de mí todo espera; me conoce, me busca, me encuentra, me conforta.
Esa carita inolvidable...

Guerra a muerte al fatalismo!



Qué es un imposible? Quién decide qué es posible y qué no lo es? Acaso hay una fuerza superior cuya función y tarea es decirnos cuándo debemos aspirar a algo y si debemos o no luchar para conseguirlo?
Siempre hay quien asume con resignación la imposiblidad de una situación. Yo no; yo no creo en bajar los brazos, no creo en rendirme antes de empezar a luchar. Yo voto por la perseverancia, la confianza, la insistencia y la terquedad. Difícil? Probablemente sí. Imposible? me niego!
Las metas se alcanzan a fuerza de constancia. La mayoría de las veces la lucha se hace cuesta arriba, pero al final llegamos a la cima. Y no hay más dulce victoria que aquella en la que nadie creía. No hay mejor aroma que el de nuestra meta acercándose tibia y tímida a nuestras manos hasta ponerse a nuestro alcance. Ese primer chispazo, el preciso instante en que nos damos cuenta que con un esfuerzo extra conseguiremos lo que tanto ansiamos. No hay ojos más brillantes y risa más musical que aquellas que nos envuelven cuando nos sabemos vencedores.
A fuerza de querer y creer se llega. Se vale descansar, pero se prohibe claudicar.
Vas a arrugar????

domingo, noviembre 07, 2004

Para atrás... ni para tomar impulso!!



A veces se toman decisiones que luego se cuestionan...
Con frecuencia decidimos tomar algún rumbo de acción en una absoluta e inflexible convicción que hacemos lo correcto. Después de todo, esa decisión no es más que el resultado lógico de un largo proceso de análisis en el que intentamos no dejar por fuera ninguna variable. Así que, por qué dudar?
La respuesta es sencilla: cuando tomamos decisiones, por lo general, renunciamos a algo y asumimos otras cosas o situaciones nuevas. Y es allí donde la mente nos juega sucio. Comenzamos a recordar las ventajas de la situación anterior, y como por arte de magia, las circunstancias adversas se van diluyendo en el tiempo, se tornan lejanas, pequeñas, insignificantes y absurdas, hasta que llegan a parecer una fugaz impresión de algo que no existió en lugar de la palpable causa primigenia de la decisión tomada.
El truco está en no dejarnos seducir por ese espejismo de error. No es fácil recoger los pedazos y recomenzar a partir de escombros abandonados. La consigna es la firmeza.
Una vez que retrocedes echas por tierra todo lo que hayas logrado avanzar, retomas cosas obsoletas en nombre de un recuerdo manipulado y pronto ese desvaído recuerdo toma vida para hacer patente con insólita crueldad por qué, en primer lugar, habías tomado aquella decisión.
Esta lucha por no rendirse a la tentación es encarnizada, insólita, agotadora, peligrosa... la peor lucha de todas, la más titánica. Por qué? Pues por la sencilla razón que el oponente en esa lucha somos nosotros mismos.
En ocasiones somos afortunados y aún sin retroceder vislumbramos el espectro en sus colores originales. De nuevo todo tiene sentido, todo ajusta perfectamente, recuperamos la memoria y rectificamos a tiempo. La nostalgia siempre está presente, escapa de nuestras manos el dejarla a un lado. Pero es nuestra la facultad de decidir si la acompañamos de sentido común o de necedad.
Mis más fervientes plegarias se elevan porque mi nostalgia esté siempre bien acompañada...

sábado, octubre 23, 2004

Ayer vi sonreir a una estrella



Ayer vi una estrella. Era una estrella pequeña, dorada, no demasiado brillante, sin muchas pretensiones. Estaba allí, pintada sobre la cartulina de una vieja caja de regalos, esperando a ser notada... o tal vez esperaba pasar desapercibida. No había nada especial en ella, era común, discreta y de formas regulares. Cinco picos, cinco brazos, cinco extremos... cinco deseos?
De pronto pensé que esa estrella ordinaria dibujada sobre una superficie plana sí podía ser especial. Sería especial en la medida en que significara algo para mi. Comencé a verla de manera distinta, con más interés. Me pregunté quién habría decidido dibujarla, quién pensó que ese tamaño era el adecuado para ella, quién eligió ese preciso tono de dorado para pintarla, quién hizo esa estrella. Y de pronto, cuando más hondas estaban mis cavilaciones, mientras mi mente divagaba con la vista fija sobre ella, esa estrella buena me sonrió. Una sonrisa deslumbrante, cómplice, de arcana sabiduría, una sonrisa de comprensión y picardía. Y durante breves instantes comprendí lo que ahora he olvidado.
Conservo la caja y con frecuencia la miro inquisitiva, esperando a que tal vez un día la buena estrella me sonría de nuevo...

martes, octubre 19, 2004

Cuestión de Sutilezas



Hay personas que sueñan con ser ricas. Yo, en cambio, prefiero ser deliciosa. Y si me dan a elegir, antes que adinerada prefiero ser una mujer de muchos recursos.

domingo, septiembre 12, 2004

Nictálope soy...



Qué secretos esconde la ciudad nocturna? Tantas historias entretejidas, tantas personas viviendo sin que lo notemos; nosotros mismos somos protagonistas de historias que otras personas no leen, artistas anónimos de obras desconocidas. La noche está viva, late suave y persistentemente. Si me quedo inmóvil, si presto atención, si me someto a su influjo puedo sentirla. Basta con mirar por la ventana para notar todo lo que me rodea y que desconozco; todo lo que de día me resulta indiferente y común en la noche cobra magia, se vuelve interesante, curioso y fascinante. A veces me maravilla caer en cuenta que tras cada luz hay una historia que vive por sí misma, una historia ajena a la mía, gente con pensamientos, preocupaciones, alegrías, secretos, ilusiones, fracasos y éxitos, sueños, esperanzas y temores, gente que nunca conoceré. Por qué mi visión es nocturna? Cuántas de esas personas desconocidas me hacen compañía sin saberlo en ese vagar por una ciudad que cuando duerme vive más intensamente que cuando está despíerta? Nictálope soy, mi visión del mundo es nocturna. La noche calladamente toma posesión de mi mente. Duermo y despierto sólo para volver a ser ciega... hasta que la noche caiga.

lunes, agosto 30, 2004

Evocación



Sentada allí con la vista lejana, extensa, pensando en ti. Sólo pensando, imaginándote y abandonándome a la experiencia de la invasión que de mis sentidos haces sin siquiera proponértelo. Esa intensidad con que mi cuerpo y mi alma responden a ti. Como un canto de sirena me atraes y me embriagas, obligándome a encallar en tu costa. Migración de sentidos, dulce embeleso, olvido exquisito de cuanto me rodea. Centro y periferia de cuanto pueda existir, la llama arde y no se extingue, secuestrando voracidad y delicadeza a un tiempo. Con maestría robo minutos al día… ineludible adicción a ti que me hace sucumbir una y otra vez sin que llegue a mí arrepentimiento alguno. Cálido manantial que brota de mi interior, luz cegadora, sombra fresca, brisa acariciante. Sagrado y profano, orden y caos, vertiginosa emoción que me paraliza. Un suspiro es una fragancia, un beso es un temblor. Giro sin control en la vorágine colmada de ti, gritando tu nombre en un susurro tan íntimo que muere en el confín de mis labios para renacer en mi corazón. Sueño esquivo que coquetea con mi realidad. Eres el perentorio e inalcanzable sueño que se desvanece al despertar. Quiero seguir soñando…

martes, agosto 24, 2004

Lluvia, aquí te espero



De vez en cuando hace falta una tarde de lluvia. Una de esas tardes en que el cielo encapotado finalmente se desborda y da rienda suelta al caudal de agua que lava el aire. La mirada se pierde en el horizonte cubierto de neblina que disfraza la vista con un traje de irrealidad. La frescura del aire limpio y húmedo que poco a poco va adormeciéndonos los sentidos trae consigo el aroma de la tierra mojada; y el retumbar de truenos furiosos encabrita el silencio reverberando en cada fibra del cuerpo, llevando a cuestas el pensamiento vago de memorias reencontradas. Las gotas de lluvia van danzando sobre cristales, coquetas y esquivas a la mirada impertinente de quien quiere descifrar los secretos que de tierras lejanas alegremente narran. Nubes fértiles de agua, brisa preñada de aromas, trueno y lluvia, fuego y cristal, torrente de agujas suaves que van entretejiendo la realidad con la fantasía. Y así, mientras el agua continúa con paso apresurado y tenaz, se abandona la voluntad al argento hilo que hace vagar la conciencia hacia un mundo onírico de flores mojadas y charcos de espejo. Yo quiero una tarde de esas: tarde de lluvia, truenos, neblina, remembranzas y suspiros...

lunes, agosto 16, 2004

"Erase una vez un paisito..."



Señores,
La osadía, el descaro, el cinismo y el atropello han llegado para quedarse. El otrora bravo pueblo al que tanta gloria se daba ha pérdido el "guáramo" que en tiempos peores lo caracterizó. Seguimos esperando que vengan a rescatarnos, seguimos creyendo en lo correcto, seguimos creyendo en esperar a que las cosas vuelvan a su cauce, seguimos creyendo en el Niño Jesús y finales felices. Guess what? estamos de nuestra cuenta. No es que antes haya sido distinto, es sólo que hasta ahora nos enteramos de nuestra soledad. No importa cuanto esperemos, ni cuanta energía positiva tengamos, ni la fe en un poder divino que todo lo resguarda (y aclaro que mi fe en Dios es inquebrantable); lo cierto aquí es que una vez más nos han arrebatado lo que nos pertenece y aparte de expresar nuestra indignación y gritar como niños a quienes les quitan el dulce no hacemos nada más.
Una y otra vez viene a mi cabeza esa historia triste del elefante que apresado de bebé y encadenado por una pata a una estaca en el suelo cejó en su intento de escaparse por no poder liberarse de la cadena. Y ya de adulto, con fuerzas suficientes para romper la cadena o sacar la estaca del suelo de un simple tirón permanece encadenado porque ya está resignado al yugo y a sentir que la cadena es más fuerte que él. Es que acaso hemos crecido y no lo sabemos?
VENEZUELA... QUE PASA????????

lunes, agosto 02, 2004

Qué días aquellos!!!



Cuando somos niños no podemos esperar a crecer. Deseamos que el tiempo pase veloz, que nada nos detenga en nuestro camino a la madurez. Y esa prisa persiste una vez adultos, pero no ya por madurar, sino por mantenernos a la par de una vida acelerada que nos lleva a velocidades vertiginosas por caminos que conducen a sitios a los que deseamos ir (o a los que vamos a dar sin intención), pero sin dejarnos apreciar el paisaje, sin permitirnos disfrutar del paseo.
En esos tropezones, prisas y remolinos vamos echando al olvido momentos estelares, recuerdos significativos que marcaron nuestra niñez. Y nada tan delicioso como tener la excusa de sentarse a rememorar aquellos días en que éramos felices y no lo sabíamos. Basta un detalle insignificante, una referencia fugaz a algún objeto de la época de nuestra infancia para despertar todos nuestros recuerdos, guardados primorosamente entre papel de seda azul para evitar que se tiñan de amarillo. Y una vez destapado el arcón comienza la catarata de memorias que nos asombran por lo frescas que están, aun cuando las tengamos tan lejanas.
A mis 35 años estoy llena de recuerdos imborrables, intrascendentes per se, pero que entrelazados tejen el tapiz de mis memorias: propagandas, chucherías, costumbres, personajes...
Qué es de la vida de Chelo Rodríguez? qué pasó con Perucho Conde? aún lo recuerdo en su comercial de desodorante 8X4: "Tranca muchacho! de que se pega se pega!". Los comerciales de playa de Belmont con el caballo abriendo la boca al ritmo del famoso tutururututuru! Los chiclets addam sour, las medias mariselita promocionadas por la familia Rodríguez-Morillo, las medias cha cha chá, el infaltable comercial de Lavanda Yardley como regalo del Día del Padre, la jarrota del sabor que salía cantando con su voz de barítono después de la llamada de niños sudorosos "qué calor! qué sed! vamos a llamarlo... eeeepa Kool Aid!!!". Recuerdo el tiempo en que las pastas dentales traían como promoción kalkitos, carritos de juguete o el infaltable vasito plástico con la cara de Toco Gómez vestido de payaso. Quién no se divirtió viendo al mago del tatatata? Quién no se deleitó bebiendo una Orange Crush? Quién no fue con toda la familia en el carro familiar a un autocine? Recuerdo el baile del caderú, los muñecos gayperman con sus atavíos de comando, la televisión a blanco y negro transmitiendo el Show de Renny, El Batazo de la Suerte y Feria de la Alegría. Los supermercados Sorocaima, el programa del Monstruo Milton, Superpollo, Maguila Gorila, Don Gato y su Pandilla, El Oso Yogui, Birdman, Johnny Quest, Fantasmagórico, el Pulpo Manotas, Shazzan, Marino y la patrulla oceánica, las novelas de Hilda Carrero y Eduardo Serrano, la catirrucia Doris Wells, la bailadera de mis hermanos en la City Hall, los carros Fairlane, las franelas marca Flipper, los jeans Sergio Valente, los perfumes Azzaro y Tabaco tan de moda entre los pavos de la época, los cuadernos azules caribe con la foto del indio arriba a la izquierda, los concursos de "pinta con prismacolor" que traía el periódico. Las inolvidables trillizas de oro, las películas de Pili y Mili, los chiclets papaupa, las muñecas plegables Matty, los patines de 4 ruedas paralelas, Ultraman, Goldar y los Banana Split, Sopotocientos Amigos, el negrito bailando breakdance al ritmo de "en Venezuela el yogourt se llama Yoka!". Enrique y Ana, Juan Corazón, Popy, el Topo Giggio, El Libro Gordo de Petete, Pipina Corazón de Papá, el cubo de Rubik, las competencias de perinola de acrílico y los hematomas en las muñecas (precio de la fama perinolera). La Señorita Cometa con su dragoncito Chivigón, el Hombre Par, Perdidos en el Espacio, Los Picapiedras, Candy Candy, Heidi. La consigna de Pido Lido, el comercial de Rikomalt cantado por Las Cuatro Monedas "paparurarupapa que rico rikomalt chocolate y malta...", Viva la Juventud, los interiores Wilson (lo primero que se pone un hombre), el sketch de los mendigos de Joselo con el insuperable Napoleon Deffit, las bicicletas Caloy, los Juegos Panamericanos del 83 (compromiso de todos, compromiso de Usted), CANTV conectando a la gente, la Muchacha Llamada Milagros, interpretada por una lozana Rebeca González, el pito de Piñerúa: correcto!, los dandy, los rakety, las pulseritas tejidas y las hechas con liguitas de compotas, las minitecas New York-New York, Betelgueuse y ZC, la moda de los calentadores y los botines de goma de todos colores... tantos recuerdos esperando pacientes a que los desempolvemos y revivamos por un momento aquellos días felices. Guardando recuerdos vivimos esos momentos una y otra vez. Y esa nostalgia que me embarga pensando en mis años tempranos me hace agradecer el tener la capacidad de rememorar momentos deliciosos y pensar en qué sentiré cuando recuerde estos días que ahora vivo. Arriba la chochoteca!!!!!



viernes, julio 23, 2004

No Instructions Included

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Las relaciones humanas son difíciles, de eso no hay duda. Apartando las características personales de cada quien y sus habilidades para comunicarse con el resto de los mortales, nadie puede negar que en ocasiones el asunto se complica.
He aquí una verdad indiscutible y absoluta: El relacionarse con las personas, por más que nos pese en el alma, no es una ciencia exacta. Así que corresponde al común de los humanos el ir dando tumbos y valerse del viejo esquema de "ensayo y error", lo cual resulta descorazonador, si tomamos en cuenta que todas las personas somos entes dinámicos y únicos. Lo que sirve para una persona, no camina con otra; e incluso, lo que funciona para una persona ahora, puede que en otra situación con esa misma persona no sea de mucha ayuda.
¿Qué nos queda?, nos queda el sentido común, la observación, el ponerse en el lugar del otro y, en última instancia, pero no de menor importancia, nos queda la intuición.
Conocer personas es toda una aventura. Algunas veces la experiencia es fascinante, otras es aterradora. La incertidumbre siempre estará presente, y nuestra actitud al enfrentar a los seres humanos definirá en buena medida nuestra relación con ellos.
No hay una fórmula matemática que funcione indefectiblemente, no hay procedimientos que aseguren ningún resultado. Pero ciertamente existen recetas para aderezar un poco la relación, en las que el respeto, la cordialidad, la solidaridad, la consideración y mucho buen humor son indispensables.
A lo largo de mi vida he aprendido que no existen algoritmos en las relaciones humanas. Demasiadas variantes que controlar impide establecer patrones inamovibles. Se aprende cada minuto, se acierta cada día y se yerra cada dos por tres. That's life! diría Frank Sinatra. Y aún con los riesgos y los tragos amargos, los momentos maravillosos, las sorpresas agradables y las memorias compartidas ciertamente hacen que valga la pena el poder decir: Venimos al mundo sin manual de instrucciones.

martes, julio 13, 2004

De Canciones...

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Es increible como una simple canción es capaz de pulsar en nosotros "botones" que disparan sensaciones, recuerdos, sentimientos, situaciones...
Lo más sorprendente de todo es como una misma canción puede sugerir algo distinto en cada quien. Para algunos una melodía en modo menor puede ser triste, melancólica. Para otros la misma melodía puede resultar sensual y evocadora.
A veces, al escuchar una de mis canciones favoritas, de esas que puedo repetir una y otra vez sin aburrirla, me pregunto qué estaría sintiendo su compositor al crearla, si sentiría exactamente lo mismo cada vez que la escucha o si lo que sintió y quiso transmitir va diluyéndose en el tiempo, como una tela que a fuerza de acariciarla se desgasta y pierde el diseño o la textura.
Me pregunto si al diluirse la imágen o el momento evocados en mi memoria seguiré apreciando la melodía con la misma intensidad, o si tal vez esa canción pase a ser una más sin significado oculto, sin nexo directo a mi alma.