viernes, diciembre 03, 2004

Y Aquí Estás



Te pienso...
Mi memoria nómada vaga buscándote por los rincones familiares de mi mente. Dueño y esclavo a un tiempo de mi voluntad: amo y señor que dominas mis recuerdos; siervo sumiso que vienes a mi con sólo evocarte. Tentativamente te busco con la mirada interna, la que sirve de cómplice en los momentos robados a la realidad. Tú me acompañas durante el danzar sin fin de mis sentidos errantes, diluyes mi resistencia, licúas mi determinación, tiempo y espacio de desdibujan hasta notar satisfecha que el alba ya está aquí. El calor sublime de un susurro me hace soñar despierta y una tibia promesa se abraza a mi. Cristalina paz de suaves destellos azula la noche perfumada. Fuego eterno, lluvia fresca, agua mansa, sueño plácido. Eres el dulce balanceo de mi alma regocijada, el mágico ciclo que inicio cuando te siento, cuando te quiero. Mi mejor secreto a voces, mi más confiado temor, blanca sensación, conocimiento e instinto, simplmente tú y yo... Barco, mar, faro y capitán, rito sagrado de mi alma devota. Aún durante tu ausencia tu presencia me posee y me lleva de la mano a creer que después de todo los cuentos de hadas no tienen final.

2 comentarios:

Mamá de 2 dijo...

Tuve un novio, una vez. Estuvimos juntos por unos cuantos días solamente, porque así sucedieron las cosas, sin más.

Juntos, fue la primera vez que pude decir "te quiero". Él lo dijo también, y tantas, tantas veces, que llegué a pensar que jamas acabaría el eco.

Nos amamos como dos condenados a muerte, como dos locos por completo, memorizándonos, pues estaríamos bastante tiempo separados, y nos necesitábamos en los labios, en los dedos, con sólo evocarnos.

Le recuerdo consolándome, pues cada segundo, de cada minuto, de cada hora q pasamos juntos, era valiosísimo, y fueron pocos días, pero toda una eternidad.

Cuando se fue, no dejé de sentirme amada. Y siempre, siempre, siempre procuré sentirlo junto a mí, y que me sintiera a su lado. Jamás estuve sola, porque algún ángel me traía su voz y sus besos.

Es difícil, y sin la ilusión, el deseo y la lucha por hacer funcionar algo así, es más difícil aún.

Somos humanos, ya no estamos juntos.

Sé claramente que no volvería a estar con él, pero si fuera posible repetir la experiencia, sin cambiar nada de ella, lo haría, y mil veces.

Entiendo lo que sientes.

Algeriana dijo...

Supongo que todos en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido la sensación de pérdida de algo que valoramos más allá de la comprensión de nuestra mente consciente. No hay racionalización que mitigue esa sensación.