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Es increible como una simple canción es capaz de pulsar en nosotros "botones" que disparan sensaciones, recuerdos, sentimientos, situaciones...
Lo más sorprendente de todo es como una misma canción puede sugerir algo distinto en cada quien. Para algunos una melodía en modo menor puede ser triste, melancólica. Para otros la misma melodía puede resultar sensual y evocadora.
A veces, al escuchar una de mis canciones favoritas, de esas que puedo repetir una y otra vez sin aburrirla, me pregunto qué estaría sintiendo su compositor al crearla, si sentiría exactamente lo mismo cada vez que la escucha o si lo que sintió y quiso transmitir va diluyéndose en el tiempo, como una tela que a fuerza de acariciarla se desgasta y pierde el diseño o la textura.
Me pregunto si al diluirse la imágen o el momento evocados en mi memoria seguiré apreciando la melodía con la misma intensidad, o si tal vez esa canción pase a ser una más sin significado oculto, sin nexo directo a mi alma.
martes, julio 13, 2004
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