Hay personas que parecen vivir con un eterno delay que nunca los abandona. Viven a su propio ritmo, que suele estar a contratiempo con el ritmo del resto del mundo. A veces me pregunto si ese delay será intencional. Cada vez que me enfrento a la difícil tarea de alternar con alguien de estas características me armo de paciencia y comienzo a divagar sobre las posibles razones de ese relax atemporal. Indefectiblemente me viene a la mente aquella frase célebre: "No se me adelante, pero tampoco se me atrase, compadrito".
Es acaso un problema de engranaje orgánico el que aqueja a estas personas? o será una técnica cuidadosamente perfeccionada mediante la cual "the perfect timing" consiste en retrasarse lo suficiente para ocasionar una reacción de un agente externo, quien asumirá presto la tarea que esta persona en apariencia no puede enfrentar? Lo más curioso es que desarrollan una maestría en la dosis justa de atraso para no levantar sospechas sobre las verdaderas motivaciones de la mencionada parsimonia.
Es acaso un problema de engranaje orgánico el que aqueja a estas personas? o será una técnica cuidadosamente perfeccionada mediante la cual "the perfect timing" consiste en retrasarse lo suficiente para ocasionar una reacción de un agente externo, quien asumirá presto la tarea que esta persona en apariencia no puede enfrentar? Lo más curioso es que desarrollan una maestría en la dosis justa de atraso para no levantar sospechas sobre las verdaderas motivaciones de la mencionada parsimonia.
Lo realmente descorazonador para esta servidora, es que pareciera tener la polaridad invertida con los ejemplares de esta raza (por llamarlo de alguna manera), porque logra atraerlos como un polo positivo atraería al polo negativo. Es así que con frecuencia me encuentro ejercitando mi en ocasiones escasísima paciencia con personas que deberían traer un manual en el que se imprimiera en letras grandes la siguiente advertencia: "Provisto con un switch para regular su operación a tres velocidades: lento, más lento y apagado. Forzarlo a trabajar en velocidades superiores ocasionará su mal funcionamiento y anulará automáticamente la garantía".
La conclusión a la que he llegado (no sin antes caminar en círculos buscando alguna salida a ese laberinto) es que la mejor manera de "operar" las personas con delay conductual es simplemente armarse de paciencia y poner en efecto una repentina operación morrocoy que los saque de su esquema y les haga sorprenderse de haberse encontrado con alguien más lento de lo que ellos pueden parecer... o en todo caso, más listos de lo que ellos pueden suponer.